A partir de las problemáticas de deforestación y la actual crisis de basura en la isla de Chiloé, nace nuestra propuesta de elaboración de tejuelas y cerámicos con plástico reciclado como productos iniciales. Buscamos rescatar el patrimonio arquitectónico que posee la tejuela de alerce y canelo como revestimiento exterior. También deseamos visibilizar y potenciar la identidad visual chilota, utilizando como inspiración los vitrales y grecas alojados en las iglesias y cementerios para la elaboración de cerámicos. Los patrones en los telares locales también pueden ser una fuente de inspiración. En Ancud existe una gestión de residuos reciclables encabezada por la municipalidad, pero los plásticos son trasladados fuera de la isla. Nuestro proyecto tiene como meta darle un nuevo uso a este material en un proceso de economía circular, al ser revalorado dentro del mismo territorio.